Ciudad fantasma

Me quedé mirando el reloj fijamente durante unos instantes mas. No me gustaba la idea de tener que abrir alguna pared del iglu y salir, ahora me daba bastante miedo aquel lugar y solo quería volver a casa. Ademas Yaskier no había vuelto. Me incorporé y salí del iglu. El desierto volvía a estar tal y como yo me lo había encontrado
- ¿Ya-Yaskier? - Pregunté con la voz temblorosa mientras me sacudía un poco de arena del vestido. Sentía como las manos me temblaban un poco y miraba a mi alrededor en busca de aquel terrible final que había estado a punto de caer sobre mi

La tormenta de arena se alejaba, de lejos parecía una nube que tapaba las ruinas de los edificios. En su paisaje se mostraba una silueta humana que andaba despacio, el calor de la arena le daba un aspecto místico de lejanía. Vestido de negro con un sombrero de aro y en sus manos sujetaba armas alargadas. Caminaba sin prisa, entonces de la tormenta salio otra silueta que se movía rápidamente. El personaje negro reacciono rápidamente y se oyeron disparos y un grito de dolor de ambos. La silueta grande desapareció en la tormenta y Yaskier después de dar varios pasos cayo al suelo..

Giré en direccion al sonido y mis pies se movieron solos al escuchar el grito de dolor. Corrí con torpeza hasta el lugar y me encontré con un Yaskier en el suelo.
Grité su nombre asustada y me arrodille a su lado, clavando las rodillas en la arena mientras, estaba de lado y tuve que tumbarle con cuidado boca arriba. Le agarré por la nuca, levantandole un poco la cabeza
- ¿Yaskier? - Pregunté mientras le quitaba el sombrero para poder ver si seguía consciente.

Tenia los ojos cerrados y la mitad de la cara cubierta de arena que se pego a la sangre que cubría su rosto y salia de na pequeña herida que se encontraba debajo del sobrero. No se movía aunque su respiración y pulso sanguíneo estaban casi en norma, algo mas agitados ya acelerados de lo normal. Sus labios se movían y parecía estar diciendo algo, pero la voz no salia de ellos. Por la pistola derecha que sujetaba como si fuese una estatua bajaban gotas de sangre, que caían en la ardiente arena del desierto, manchandola de un color rojo intenso. En su vestimenta no se veía ningún rasguño.

Miré la herida de la cabeza y saqué del pequeño bolsito una fina venda, al menos tendría que parar la hemorragia antes de poder hacer nada. Presione la venda contra la herida con fuerza, intentando frenar la sangre, rebusqué en su mochila hasta que encontré una camsieta y la partí, transformandola en improvisados trapos, le limpie la sangre de la cara y del brazo. Al menos seguía consciente
- Calla, no malgastes fuerzas si ni siquiera puedes vocalizar - Le dije claramente. Vale, era una cagada y gran parte de aquello me daba miedo, pero tenía que atender a un enfermo, y en aquel momento me sentía bastante segura de mi misma. - No parece que tienes ams heridas.. menos mal
Suspiré aliviada.

No poseía mas heridas superficiales, pero tenia por lo menos dos hemorragias internas, y él lo sentía. Metió su mano izquierda junto con la pistola bajo la gabardina. Le costo mucho moverla. Rebusco debajo de su prenda y saco una cajita plateada. - C...12 – sintio como la sangre se le subía hasta la boca y la escupió a un lado. Dejo caer su mano de nuevo sobre la arena. En la cajita se encontraban 12 huecos para una especie de píldoras, pero había 8 huecos vacíos... - C..12- repito con una voz débil.

Miré las pastillas y las cojí rapidamente. No tenía ni remetada idea de que era aquello, pero era lo que Yaskier quería. Le limpié la boca de sangre, directamente con las manos y coloqué contra sus labios la pastilla, deslizandola al interior de su boca. ¿Que sería aquello que el llamaba C 12? a mi me parecían pildoras, pero ¿para que servían?
- Vamos, tomatela - Le dijé yo meintras volvía a limpiarle la herida de la frente de la cual aun brotaba sangre.

Solo había una solución para salvar su vida en una situación así, no podría ni andar con hemorragias internas y la única salida no era muy placentera - Gracias- dijo con dificultad. Segundos después sintió el efecto del narcótico Dejo de sentir dolor, por un momento no sabia lo que pasaba, no le importaba se sentía eufórico Vio a alguien encima suyo, le pareció una chica muy guapa... Tardo un momento en recobrar el control sobre sus pensamientos. Su sombrero negro paso a formar parte de la gabardina, que empezó a producir un movimiento ondular. Cerro los ojos y los labios. La propia gabardina se clavo en él. Sentía como removía sus órganos cerrando las hemorragias. Era muy doloroso aun estando bajo los efectos del narcótico De sus labios no salio ningún sonido a pesar del dolor. Las heridas que le hizo la propia gabardina eran pequeñas e insignificantes. Se desmayo como un efecto secundario de C12.

El pulso cardíaco bajo al mínimo igual que su respiración, parecía estar muerto.
Estaba sumergido en total oscuridad, sentía mi cuerpo pero no podía mover ni un solo dedo. No veía, no oía, no sentía absolutamente nada. No recordaba lo que me ha pasado ni donde estaba. Asique así de vaciá es mi alma?, pensé y sentí como algo tiraba de mi hacia abajo. Imágenes empezaron a proyectarse rápidamente entre la sombra mostrando mi amargo pasado, como una cinta de película...Creía que a eso se le llamaba estar muerto hasta que oí un susurro que se abría camino entre la oscuridad.
Se despertó de repente, levantándose mecánicamente. Cuando se dio cuenta de que estaba de pie sintió el dolor que se había acumulado en su cuerpo. Escupió sangre y se derrumbo bajo su propio peso pero esta vez sin perder el conocimiento. Miro a la chica y mascullo una pregunta entre la sangre que tenia en la boca.
- ¿Estas bien?

Dejé de cantar al momenot en que el muchacho comenzó a levantarse solo.
- ¡Yaskier! -Dije asustada mientras le cogía el vuelo y su propio peso nos hacía caer a ambos.Le limpié la sangre con el dorso de la mano - Si, yo estoy bien, no te preocupes por mi ¿estas bien? ¿Recuerdas quien soy?
Le pregunté rápidamente mientras le miraba, parecía totalmente consciente.

Le dolía todo el cuerpo y no podía decir que estaba bien aun así sonrió y al oír su siguiente pregunta sobre si la recordaba, un fuerte dolor se despertó en su cabeza y no pudo recordar ni quien era. La mira con una expresión de aturdimiento, su cara le sonaba pero no tenia la idea de quien era. Miro sus manos que sujetaban dos armas, no sabia porque las llevaba pero sentía que sabia como utilizarlas igual que conocía el funcionamiento de su gabardina. Las pistolas desperecieron en el interior de su manga. Aparte de esos conocimientos tan extraños se autodiagnostico, reconociendo que tenia amnesia temporal...¿Pero quien coño soy yo?, se pregunto a si mismo.
- Estoo, como decirlo, quien eres? Y quien soy yo? Que hago yo aquí?...- tenia un montón de preguntas y cada vez que intentaba recordar algo el dolor en su cabeza explotaba de nuevo.

Le miré patidifusa. ¿No se acordaba de nada? ¿Y ahora yo que hacía? Si apenas sabe nada de él
- T-te llamas Yaskier.... - O al menos eso le había dicho antes. Le ayude a levantarse lentamente y le agarré, por si acaso perdía el equilibrio o le costaba andar - Deberíamos ir a algún sitio donde te de la sombra. Eres medico, yo me llamo Lydicé, nos encontramos aquí por casualidad.
Le dije mientras comenzaba a andar

off: abre post en alguna otra parte ·w· ¿ok?

Off: para que comenzar otro nuevo seguiremos aquí algun rato mas ok?

- Medico? - dije con un tono irónico. Entramos en un edificio que aun se mantenía de pie y no parecía derrumbarse de repente. Me senté apoyándome con cuidado contra la pared. Tenia arena en el interior de mi ropa y mi pelo que era ridículamente largo y no sabia porque. No me sentía como un medico, tenia conocimientos médicos eso si, pero también sabia como matar, luchar o disparar...
Jugué con una de las pistolas sacándola automáticamente de la manga y volviendo a esconderla
- Y.. y que ha pasado? - pregunte dudando un poco.

off: perdona que halla tardado tanto >.<

- Pues que empezo una tormenta...y llego un bicharraco y tu saliste fuera - Le expliqué mientras me quedaba de pie y di un pequeño saltito haciá atrás cuando comenzó a jugar con las armas, por mucho que lo intentaran me daban muchísimo miedo. Me senté alejada de el, por el mismo motivo. - Cuando te encontre estabas herido y te tomaste una pastilla...C.12 creo que dijiste, y cuando recuperaste la conciencia no te acordabas de nada