Ciudad fantasma

Caminaba hacia el exterior de la ciudad, tenia mi gabardina puesta, pero tenia una forma de una larga capa blanca y un sombrero que me protegía del sol que era el mejor asesino en el desierto. Llegue a mi punto de destino después de haber viajado varios kilómetros en mi tabla aerodelizadora*.
Estaba contemplando antiguos campos de batalla que estaban enterados bajo la arena. Llegue a una zona de alguna antigua ciudad o algo parecido, no se podía distinguí y apreciar su tamaño ya que la mayor parte estaba enterada bajo toneladas de arena que se han ido acumulando durante años. Unos estructuras de acero y hormigón erosionados por el continuo viento, mostraban una especie de edificios que en su día tenían que ser los mas altos de la ciudad.
Me pare en un espacio abierto y bebí unos tragos de agua. Mientras contemplaba la ciudad fantasma en su propia tumba. Algunos edificios no tenían paredes y se veía su esqueleto metálico, mientras otros aun conservaban restos de pintura o incluso un trozo de vidrio.

Llevaba caminando bastante tiempo. Hacía solo un par de horas que había entregado un carmamento de armas a los rebeldes. Ahora observaba las ruinas mas detenidamente, en una pequeña "exploración" personal. Nunca saliamos de Ithia, como mucho, para viajar a Kalafin, pero... ir a otro continente ¡Eso si que era una sorpresa! Disfrutaba viendo aquel basto desierto y llevaba puesto el vestidito de colores opacinos que me había regalado Sigmund hacía ya un tiempo. Ya que viajaba, debía de ponerme mis mejores galas. Me encontré con un chico que viajaba en una tabla areodeslizadora, y le miré con curiosidad
- Holaa - Salude mientras levantaba un brazo en el aire para que me viera

Al principio creí que era una fata Morgana lo que estaba viendo un simple espejismo producido por el calor, pero en realidad era un ser humano o algún tipo de robot ermitaño. Cuando oí su voz estaba claro que no era una ilusión óptica. Le respondí el saludo con la mano. - Hola!- oí el eco de mi voz rebotar en los vacíos edificios. Me acerque con curiosidad, no era habitual ver personas en un sitio en ruina como ese. Estaba despreocupado podía ser un bandido o algo por el estilo aun así me acerque sin temor. Era una chica descubrí cuando me acerque en su dirección, con mas razón era extraño verla allí. - Que hace una dama entre las ruinas de una ciudad desértica?

- Mayormente nada =3 - Dije yo tan pancha mientras sonreía. Algunas vesces resultaba ser tan simplona.......
- Daba un paseo, nunca había visto las ruinas, me picaba la curiosidad - Me expliqué con tranquilidad mientras me acercaba a él sin pararme a pensar si podía ser algun ladrón o algo...bah, lo mismo daba mientras no fuera un agente de paz

-Paseando?!- sus ojos se abrieron de tal forma que casi se le salen. Como alguien pudo decir que paseaba por un desierto?, no lo comprendía. Adentrarse decenas y decenas de kilómetros solo para ver restos antiguos de su historia. Miro si tenia algún tipo de transporte o algún equipamiento para aguantar las altas y secas temperaturas del clima.
- Como llegaste hasta aquí? No me intentas decir que has venido andando??

- ¡Noo!! - Dije yo moviendo los brazos en al aire y negando con la
cabeza- ¿Como voy a venir andando desde el puerto? > <!!

Yo era torpe, y solía ir andando a todos sitios. Pero aquello que el
chico pensaba era imposible, por que ya me habría dado un chungo con el
calor que hacía aqui
- Quiero decir que estaba paseando por aqui, por las ruinas - Aclaré y sonreí - ¿Y tu que haces aqui?

Toco el botón de su reloj y salio un holograma.

Spoiler:

-Estoy buscando partes de metal o utilidad para terminar mi proyecto.- sonrió, entonces una lucesita roja se encendió en el reloj. Y un fuerte viento se levanto arrastrando arena en su dirección. Volvió a mirar a la chica y dijo.
- Tendrás que posponer tu visita, una tormenta de arena se acerca debemos encontrar algún refugio.- aviso algo preocupado mientras miraba su alrededor, buscando un lugar adecuado.

- ;___; q-queee? ¿Una tormenta de arena? - Dije yo un poco asustada mientras me acercaba a él. Ni si quiera sabía que hubiera tormentas de arena cuando llegué aqui. TT__TT ¿ahora como volvería hasta el cargero? estaba bastante lejos como para que me pillara la tormenta de camino - ¿Que haces? ;___; ¿A donde vamos?
Pregunté yo mirando a todos lados en busca de algun lugar seguro

- Allí – dije señalando una especie de casa antigua que aun conservaba paredes y el techo. La tormenta estaba casi a la entrada de la ciudad, Cogí a la chica de la mano, con tanta arena si se separaban no estaba seguro si se volverían a ver. Atravesaron juntos la nube de arena hasta llegar al lugar indicado por Yaskier. De la parte trasera del cinturón sacro una especie de saco de dormir. Lo coloco en el suelo y ese empezó a desmontarse por si solo, formando una especie de iglú de un material resistente a ese tipo de situaciones. En el interior no hacia viento aunque las paredes del iglú ondeaban por el viento que hacia en el exterior. Las paredes del edificio viejo frenaban la mayor parte del viento.
Había una capa de un suelo desgastado debajo de la arena. Miro a la chica y se preguntaba como podía salir a un desierto sin un equipamiento de supervivencia. Me senté en el suelo relajado, sabía que una tormenta como esa podía durar hasta una hora.
- Por cierto soy Yaskier.- se acordó que aun no se había presentado.- Y tu?

Me metí en el iglu tan prontó como el chico se había metido dentró y le miré un poco asustada. La tormenta se había levantado en cuestión de segundos, y yo ni si quiera me hubiera dado cuenta de no ser por el. Pero ahora que estab dentro de aquel iglu me sentia un poco mas segura
- Lydicé Strake - Dije yo y sonreí - ;__; muchsa gracias por ayudarme, si no ahora mismo estaría hay afuera...
Dije y la idea la verdad no me hacía mucha gracia. Esperaba que mi padre estubiera bien dentro del cargero o dentro de los limites de la cupula protectora de Dixor. Seguramente no estaría atrapada dentro de un iglu si hubiera hecho caso a mi padre y en vez de irme de paseo me hubiera ido de tiendas

-Tuviste mucha suerte- respondí mirándola nunca le había visto antes y su nombre no me sonaba de nada. Pero en cierto modo era una chica bastante guapa pero no era el momento de pensar en cosas así. Se estiro en la cálida arena que estaba reposando sobre el suelo. - Bueno y a que te dedicas?- pregunto con cierta curiosidad, a lo mejor ahora mismo se encontraba con una ladrona o ...

- A nada =3 - Le respondí a la vez que me encogía de hombros - Como mucho ayudo a mis padres en la tienda, por eso estamos aquí, veníamos a por unas cosas - Dije yo mintiendo...un poquito, realmente habíamos venido a suministrar armas nuevas a los rebeldes pero también habíamos venido a por unas medicinas que hacía tiempo que necesitábamos - ¿Y tu,. a que te dedicas?

- Yo?.. Soy medico en Dixor, pero también soy un gran aficionado de los aerodeslizadores.- dijo mientras se acomodaba como podía. Una lucesita azul se iluminaba continuamente en su reloj y cuando lo observo se puso algo tenso y dejo de hacer preguntas.

Miré a Yaskier sorprendida. Se había puesto tenso de repente
- ¿Estas bien? - Pregunté yo inocentemente - ¿Pasa algo?
Dije preocupada mientrsa le miraba. ¿Que le pasaría? ¿por que se había parado asi de repente?

Parecía que la chica no conocía los peligros del desierto. No le quedaba mas opción que contárselos.
- Veras en este sito alejado de la mano de Dios, lo mas peligroso que te puede pasar es quedarte atrapado en una tormenta de arena. Pero no por el hecho de la arena o el viento. Sino, porque hay un monstruo o un mutante como prefieras llamarlo, que solo aparece durante las tormentas. Se conoce con el nombre de “Idralisk”.- Volvió a mirar a su reloj que ahora emitía una luz verde intensa.
- He colocado un sensor de movimiento por ello pude predecir la tormenta de arena, pero dime que puede moverse allí afuera a estas horas?

Le miré descompuesta y las lagrimas empezarno a desbordar mis ojos
- ¡Yo no quiero moriiiiiiiir!! TT_____TT - Exclamé asustada mientras me agarraba a su brazo. Por desgracía si sabía que era un Idraslik, había visto fotos he imagenes en los libros de medicina y de biolgia de mi madre y pensé que tenía la suerte de que nunca me encontraría uno puesto que vivia en Ithia. Me equivocaba

- Calmate – dije mientras intentaba que me soltase. Debajo de mi capa* llevaba una mochila. La puse en el suelo y saque de ella una caja gris y dos blancas. De un bolsillo del pantalón saque un revolver de seis balas. Se lo di y pregunte.
- Sabes como usarlo?- Abrí la caja gris que era la mas grande y en su interior reposaban dos pistolas negras[ mis dos berettas, hora de usarlas xd].

Dejé caer el arma al suelo y me fui a la otra esquina del iglu
- ;/////; noo! Y me dan miedo las armas - Dije mientras miraba el revolver. ¿Como demonios quería que yo cogiera eso? Ademas aquello de poco servía contra aquel bicho
- Eso no te va a servir de nada si ese bicho nos encuentra aqui, que no sepa manejar un arma no implica que no sepa nada sobre eso - Dije refieriendome al bicho.

-Ya lo se que no lo matara pero lo espantara, no tenemos posibilidades de matarlo.- Dije con voz seria. Abrí las cajitas blancas en las que se encontraban varios tipos de de cargadores. Cogió tres pares de ellos. Su campa cambio su aspecto pro completo, ahora se convirtió en una gabardina oscura como la noche.- No te preocupes todo saldrá bien, mientes el bicho se mantenga alejado de nosotros.- pero el reloj ya comenzaba a emitir una luz amarilla...

- TT___TT estamos dentro de un iglu macho ¿como quieres que veamos si el mastodonte ese se nos acerca? - Le dije yo asustada mientras miraba como manejaba las armas con total naturalidad

Paso sus manos por el suave y rígido relieve de las pistolas. Un escalofrió recorrió su cuerpo haciéndole recordar su pasado. No era una sensación agradable. No podía manejar sus armas al máximo si su mente no se calma y se sincroniza con las dos pistolas. Deben volver a ser uno, como lo eran hace tiempo. Su rostro cambio por completo cuando el la luz del reloj se volvía naranja.
- No tenemos opciones, te quedaras aquí.- Le dejo su reloj conectado al sensor del movimiento.
Aunque su mirada era intimidante en sus ojos se escondía un miedo desconocido y ardía como una pequeña llama. No parecía la persona de hace unos minutos. Sus músculos se tensaron y los sentidos se agudizaron. Se puso unas gafas que se ajustaron a su cabeza.- Solo tengo un par de gafas para poder ver el bicho. Aquí estarás a salvo.

Agarré el reloj con torpeza por culpa del miedo
- TT___TT ¿Yo sola? - Pregunté mientras me abrochaba el reloj a la muñeca para que no se me cayera y/o perdiera. ¿Quería salir el solo? ¿contra el bicharraco? ¿es que estaba loco? Había escasas posibilidades de que saliera con vida, y si encima me dejaba a mi sola para que el bichejo me encontrara peor que peor. Miré le pequeño bolsito que llevaba enganchado al hombro. Tenía unas pocas medicinas fundamenteles, si se hacía alguna herida leve, o no tan leve, podría ayudarle.....si es que volvía con vida. - ;___; ¿y si el bicho viene?

- Soy medico y mi misión es salvar vidas. No dejare que te haga daño.- Por fin cogió sus pistolas, cruzánadolas en su pecho. Sentía miedo de usarlas...
- En el reloj tienes un mapa, cuando la tormenta pare alejate de aquí.- La miro con seriedad y le pidió que guardase silencio. Necesitaba sincronizar sus ondas celebrarles con las armas. En voz baja empezó una letanía”Y el pastor he de ser. Para ti, mi Señor, por Ti. La fuerza que descendió de tu mano. Que mis pies puedan llevar a cabo rápidamente tu orden. Así que el flujo de un río que se adelante a ti . Y lleno de almas sera...In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. “. La miro por ultima vez y beso su frente como un gesto de despedida. Toco la pared del iglú y ese se abrió dejando pasar un fuerte viento... El reloj empezó a emitir una luz roja intensa.

Solo se podía oír el ruido del viento que gritaba furioso mientras arrastraba incontables granos de arena capaces de cortar la piel. Los minutos pasaban lentamente mientras la luz del reloj se volvía naranja, etc. La luz se apago por completo, lo que significaba de que no había ningún tipo de movimiento en la zona, el viento descargo toda su furia y por fin se calmo dejando arena a su paso.