Patrullando

Ya que la periferia del mayor acumulador de energía de pangea no estaba lo que se dice bien protegido, salí del cuartel de la C.A.P. dispuesto a hacer una ronda de patrulla. Todo parecía despejado.

Había una leve brisa que hacía que pequeños cúmulos de arena se amontonaran a los pies de la enorme pieza metálica que componía la armadura del soldado, mientras este contemplaba el resplandor de las placas fotovoltáicas en el horizonte.

Tras unos segundos observando las vastas dunas que eran ahora mi zona de trabajo, empecé a caminar, podría decirse que sin rumbo, pero la ruta era simple... rodear el perímetro de los acumuladores de energía por si algo pudiera pasar. En este desolado mundo ya no se podía confiar en la naturaleza.. pues las radiaciones habían convertido en armas mortíferas hasta al más pequeño ser...

Observé una figura al horizonte, y algo que parecían ser los restos de algo metálico.. no estaba seguro de si era real o simples espejismos. Aun así avancé a paso ligero mientras sacaba las gemelas MK-32, simplemente paralizadoras, pero fiables, útiles para paralizar enemigos... aunque si era una criatura del desierto iba de culo. Activé los sensores del casco e intenté identificar el objetivo, mas la distancia impedía una visión clara, la forma parecía una esfera con patas o aglo por el estilo, y por desgracia, el acceso al servidor de los A.P. no estaba disponible tan adentrados en el desierto, así que seguí adelante, confiando en que mis armas fueran mas que de sobra para detener un posible ataque.

La forma en el visor de calor no cuadraba con el tamaño de la figura, sería una coraza o alguna piedra.. bueno, a esa distancia es difícil centrarse en aspectos técnicos.

tras un buen tramo recorrido, el sensor detectó un leve movimiento en el objetivo...sea lo que sea está vivo......desde luego no se movía precisamente por el viento, era poco probable que la fuerza del viento cambiara tanto a apenas unos 70 metros del misterioso ser... desde luego con aquellas nubes de arena intermitentes no era fácil distinguir del todo una forma conocida.

Paré unos segundos, ajusté la potencia de las MK-32 y me aseguré de que estaban preparadas para disparar en cualquier momento, quité el seguro de ambas y apunté mientras empezaba a caminar de nuevo, pero esta vez a una velocidad menor, mientras caminaba, fui ajustando los sensores en modo de combate para asegurarme de no malgastar ni un sólo cartucho de energía, podría ser crucial la necesidad de recargar en medio de un ataque. Una vez asegurado de estar preparado para la batalla colocó ambos brazos en paralelo y se agachó ligeramente para afianzarse a la hora de sufrir el retroceso de las armas... si es que iban a ser usadas.

-Identifíquese! si es que puede... -.-. Mantuvo la posición unos segundos en espera de respuesta y volvió a avanzar lentamente, perparando radares y todo tipo de ayudas en caso de una intervención violenta.
Los sensores ya comenzaban a captar una visión más fiable, pero no del todo clara.. parecía humano, pero aún así toda precaución en el desierto es mínima

En espera de una respuesta, el objetivo comenzó a moverse a una velocidad considerable, sin dar un paso en falso, y antes de poder reaccionar de una manera eficaz lo tenía delante con un aparato de origen desconocido. De repente, todo se llenó de arena y polvo, pero esta vez si pude reaccionar, desactivé el visor y dejé todo a merced de mi vista y confiando que el cristal no se arañara al menos demasiado.
Tras un segundo, apreté ambos gatillos varias veces en varias direcciones posiblemente usadas como vía de escape, confiando que alguno de los pequeños rayos alcanzaran al objetivo. Desgraciadamente, en caso de impacto, el efecto de las MK-32 sería menor, debido a las altas concentraciones salinas que
había en el ambiente, así que intentó detectar la dirección del sujeto mientras recargaba las gemelas, había agotado el cargador.
Una vez había recargado, activó el sistema motor asistido del traje para potenciar su capacidad al correr.
Este no se me escapa...

Una nueva nube de humo apareció tras la anterior, salí del trayecto en línea recta esquivando la nube y consiguiendo algo de visibilidad, pero algo de tiempo, aún así parecía que había dañado el hombro del sujeto, lo que daba muchas probabilidades de victoria. Eché a correr para acercarme e intentar embestir al objetivo y derribarlo, apunté de nuevo pero esta vez a las piernas y no con munición, sino con cargas eléctricas para tirarle al suelo. Cargué las baterías y disparé una sóla vez, una pena que las baterías fueran de un sólo uso.

Desde luego empezaba a tocarme las narices quien fuera..., fui a cargar de nuevo, pero no había munición, así que guardé las pistolas y empecé a correr tras el objetivo, activé los sensores y me limité a seguirle, algún lugar tenía que ser el final de la carrera, y yo tenía la ventaja del traje, me daba velocidad y mantenía las constantes vitales a unos niveles aptos para la vida más tiempo de lo que el cuerpo era capaz.
-Sigue corriendo, no te preocupes, la temperatura corporal y la exterior te derribarán, y a juzgar por las marcas color cobre que veo en el suelo no cero que tardes mucho. -dije en un tono un tanto cabreado, quedarme sin munición me pone de los nervios..

a una distancia considerable del objetivo, salté y dejé todo en manos de la balística para aterrizar sobre el fugitivo -Si crees que te vas a escapar lo llevas crudo - Dije mientras me impulsaba sobre la pierna derecha para saltar, y mientras estaba en el aire, saqué de nuevo las armas y las cargué a una velocidad que sólo un agente de paz podía alcanzar cargando armas, o al menos cargué una, el otro cargador resbaló de mi mano en un pequeño despiste, fallar podría ser fatal para la operación.

Dios, me estaba hartando de una manera considerable de aquel persecutor. Miré al cielo al ver una sombra proyectandose sobre mi cabeza y hay estaba, el maldito hombrezuelo. Apunte directo hacía lanzando un rayo en su dirección y rondando hacía atrás por el suelo, alejandome en dirección contraria al agente de paz.
- Donde dan las dan las tomaan agentucho - Dije entre jadeos en una broma para mi msima mientras penetraba en el bosque de pilares y zigzageaba entre ellos. La sombra que las placas proyectaban fueron un alivio para mi cuerpo, que se sentía frío y fresco bajo estas