Perdida

Kobato andaba tan tranquilamente por los lagos de Rumbelt, se había perdido hacía bastante rato, pero no se había dado cuenta hasta que había visto los lagos que estaba a muuchos quilometros de la ciudad. "Creo que fué mala idea venir a los lagos.."pensé instantes antes de empezar a sentirse nerviosa. Su orientación era escasa, por no decir inexistente, y, aunque intentara volver sobre sus pasos, lo único que conseguiria sería perderse más aun. Sintió las lágrimas acumularse en los joos.
-M-me he periddo.. otra vez... ;w;

Caminaba por los lagos de Rmblet -Que ciudad tan hermosa...- murmure mientras veia el agua. Me detuve en seco, al ver que a unos metros de distancia estaba parada una hermosa jovensita, a punto de llorar al parecer. Decidi acercarme a ella y sacar de mi bolsillo un pañuelo. Extendi mi mano con el delicado pañuelo en ella -toma, limpiate esas lagrimas- la vi con una dulce sonrisa -¿porque lloras?-

Al escuchar una voz Kobato se giró. Tomó el pañuelo lentamente.
-Gracias..-masculló limpiandose las lastimeras lágrimas que surcaban sus mejillas.- L-lo que ocurre esque.. T//T m-me he perdido..
gimoteó agachando la cabeza avergonzada. No era raro que se perdiera siempre pero le daba verguenza tener que recurrir a los demas para salir de lso apuros en los que tan tontamente s emetia ella solita.

Al ver la tierna imagen de la chica, acaricie su cabeza y sonriendo le dije -Tranquila, si quieres yo te llevo a tu casa- le dije intentando calmarla, luego tome su menton con la misma mano que la habia acariciado antes, e hice que levantara su rostro, me acerque un poco a ella -Aun tienes una lagrima aqui...- le dije, pasando uno de mis dedos para secarle esa lagrima que solo yo habia visto

Kobato alzó la cabeza y le miró a los ojos, mientras sus mejillas se pintaban de rojo cuando retiró la lágrima de su rostro.
- ; ; p-pero no quiero molestaros...
Dijo, aun avergonzada, con el pañuelo de aquel muchacho en las manos. Una vez consiguiera volver a la ciudad, má so menos, seria capaz de volver sola pero, volver a la ciudad para ella ya podía ser una odisea.

-No te preocupes, no estoy ocupado, y para mi no es una molestia- dije en tono amable mientras me separaba un poco -ven, vamos- la tome de la mano, y la guie hacia la ciudad -¿Como es tu nombre? No quiero ayudar a una extraña- le dije en tono de broma

Kobato dejó que tomara su mano siguiendole con un paso algo torpe.
-¿Mi nombre? pues..-por un momento se quedó callada como si le hiciera falta tener que pensarlo antes de decirlo.- ¡Kobato Hanato! ¿Y tu como te llamas?
Dijo animadamente, recuperando su positvismo ahora que alguien iba a ayudarla a volver.

-Soy Keita- sonrei dulcemente notando que ya estaba mas tranquila pero, aun tenia algo que preguntarle -¿porque pensaste que responder cuando pregunte tu nombre?- eso habia llamado mi atencion, era algo extraño que alguien pensara antes de decir su nombre

Oh... etto... no lo sé >w< -Dijo despreocupadamente, dichosa ella de sentirse feliz de la vida sin darse cuenta de que daba una apariencia bastante torpe y atontada. Realmente solo era despistada, porque era lista, aunque no lo mostrase.. aunque con su comportamiento, ciertamente infaltil, nadie diria que pudiera ser una persona muy inteligente.

-Jajaja- rei divertido al escuchar su respuesta. Era una chica muy hermosa, solo que al parecer algo despistada -Y donde vives?- pregunte curioso -es muy lejos?- continue el cuestionario. Luego de un rato caminando llegamos hasta la ciudad

-Pues.. un poco, vivo en la zona este de la ciudad, con mis 3hermanos y mi madre.
Explicó alegremente. Vivia en una casa algo grande y ostentosa, ya que sus hermanos mayores, ambos, trabajaban de agentes de paz, tenian bastante dinero para poder vivir todos. A Kobato le habría gustaado que sus hermanos le dejaran seguyir trabajando un poco más pero se lo negaron en cuanto vieron que ya no faltaba el dinero y su hermanita podía darse un respiro.
-Aunque mis hermanos quieren echarme o algo por el estilo.. no paran de isnistir en que deje de trabajar y me vaya a conocer mundo.. -Kobato se quedó pensativa un instante.- ; ; ya no me quieren...
Dijo lastimosamente, malinterpretando las intenciones que tenian sus hermanos.

-Es imposible que no te quieran... eres una persona adorable, y cuanto mas deben quererte tus hermanos, que son tu familia- le dije intentando animarla. Viajar por el mundo, que linda experiencia, no me vendria nada mal una aventura de ese estilo... -Y viajaras por el mundo entonces?-

-Oh...-a Kobato se le subieron los colores rápidamente, pero sonrió con dulzura.- Gra-gracias >/w/< -Respondió al cumplido. A cualquier chica le gustaba que le dijesen esas cosas bonitas pero Kobato las pareciaba más porque sabía que normalmente era torpe y algo simplona.
-Pueees... no me lo he planteado.. esque.. el mundo es tan grande y hay tanta gente.. en cierto modo me asusta un poco

-Es entendible... a fin de cuentas aun eres joven- dije sonriendole dulcemente -tienes una sonrisa muy hermosa- le dije al verla sonreir. Luego fije mi mirada en unos tipos que parecian estar planeando robarle a alguien -Ven, sigueme por aqui- le dije intentando que no nos vieran pero fue en vano. En cuanto los ladrones nos vieron comenzaron a seguirnos hacia una calle bastante oscura. El sol se estaba poniendo y era dificil que alguien pudiera vernos

fdr: me tengo que ir a dormir ya, >w< seguimos mañana!

El sonrojo de Kobato se volvió más intenso ante el segundo piropo que le dijo Keita. Se fijó en como miraba hacía detras, cambiandole el semblante al divisar algo que ella no lacanzó a ver. No se dió cuenta de que unos ladrones les seguian hasta que los vio excesivamente cerca de ellos y se aferró con fuerza a la mano de Keita. Kobato se puso muy nerviosa intentando pensar que hacer o como salir de aquel apuro.
-P-por ahí no, es un callejón sin salida.-Sentendió cuando Keita fué a tomar una decisión equivocada.- Tenemos que salir a alguna aenida más concurrida donde podamos hacer que nos pierdan la pista..

Off: Okey, no hay problema ^^

-Tienes razon- le dije y obedeci a lo que dijo. Intente dirigirme a una avenida que estaba a unos metros de distancia. Cuando llegamos ahi, comenzamos a intentar evadirlos, mezclandonos con la gente, hasta que en un momento, logramos hacer que nos perdieran de viste, entrando en un callejon, aunque algo estrecho.
-Kobato-chan, estas bien?- le pregunte. Nuestros rostros estaban muy cerca, ya que no teniamos mucho espacio, y por la rapidez con la que entramos, quedamos uno frente al otro. Su rostro era hermoso, pero solo era una niña... asi que intente contener mis ganas de acercarme mas a ell. desvie mi mirada un poco y pude ver que los ladriones se iban en otra direccion...

Kobato le seguía a paso ligero conteniendo las ganas de echar a correr, hasta que entraron en la avenida. Había más gente de lo normal y era algo que agradecia bastante ya que no les resultó excesivamente complicado escabullirse y despistar a los ladrones.
Kobato había escuchado la pregunta de Keita pero no respondió hasta cerciorarse de que los ladrones seguían hacia delante dejandolos atras. Se giró, sonriendole.
-Si >w<-Dijo animadamente, ahora que había pasado más o menos el susto. Abrazó a Keita por el cuello animadamente.- ¡Gracias por ayudarme!
Había un brillo en los ojos de Keita que delataba sus intenciones, o sus deseos reprimidos cuando miraba a la chica, pero Kobato ni siquiera se habia dado cuenta. Tomó la mano de Keita.
-Salgamos de aqui que huele mal > <

Desperte de mis profundos pensamientos, con su frase, y sonrei, realmente era una chica divertida -Si, vamos- le dije riendo en un tono suave. La tome de la mano nuevamente y salimos por la avenida, pero en direccion contraria a la que se fueron los ladrones -Kobato... debo decirte algo- mi rostro y mi voz sonaron serios -Pero no te asustes... si?- pregunte despues intentando que realmente no se asustara...

El aire de la avenida no podía definirse como puro o fresco, pero era mejor que el aire hediondo y enrarecido que inundaba el estrecho callejón.
Kobato... debo decirte algo. Pero no te asustes... si?
Kobato se quedó confusa y un poo desoncertada.
-¿A-asustarme? ¿Que pasa?-Dijo preocupada, pensando que había vulto ha hacer algo mal, o que los ladrones les habían encontrado la pista.

Mi rostro al parecer se habia vuelto muy serio, ya que ella parecia confundida -Estamos...- baje la mirada ya que mis mejillas se tornaron rosa -perdi....dos- termine la frase de forma casi inaudible. Realmente estabamos perdidos, con toda la confucion por lo de los ladrones perdi el sentido de la orientacion y acabe perdiendonos... -soy un tonto-

;O; quee??-Exclamó Kobato-Y-yo pensava que sabias donde ibamos.. TwT puu...
Kobato agachó la cabeza y se retiró una lagrimita. Alzó la vista al cielo. Ya casi era de noche y las luces de las farolas se encendieron. -¡Kya! ¡Espera!-Exclamó de pronto con más animos. Rebuscó en un pequeño bolsillo que tenia su vestido hasta que encontró un pequeño aparato. Un telefono movil. Lo abrió y marcó rápidamente un numero de telefono.
-¿Si?-Respondió una voz de hombre.
-[color:a86c=#000]Rory...-dijo Kobato con la voz lastimera otra vez.- M-me he..
-¿Perdido?-Terminó su hermano la frase. Rory estaba más que acostumbrado ya a las llamadas de auxilio de su hermana.-¿Donde estas hija? ¿Algun punto de referencia?
-Estoy en la calle- Rory emitió un gruñidito exasperado.- E-en una avenida.-Concretó Kobato. Miró a su alrededor.- Hay varios restaurantes y...y.. mucha gente. Y muchos rotulos brillantes.
-Mm.. creo que se donde es. No te muevas. Si en 10 minutos no estoy allí llamame.
-Valee! >w<.
Kobato colgó el telefono y miró a Keita sonriendo tontamente.
-¡Mi hermano Rory va a venir a rescatarnos!

-Me siento como un tonto...- dije levantando mi mirada al cielo -otro hombre vendra por mi?... wow es realmente genial...- murmure mentiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalon, haciendo hacia atras un poco mi gabardina -Kobato, fue un placer haberte conocido.. no te vayas de aqui, ya que tu hermano vendra por ti, como te prometio... yo me voy- le dije sin verla, y luego le sonrei viendola a los ojos. Me aserque a su rostro, y bese su mejilla -Nos veremos en otro momento, princesa- le dije mientras me disponia a caminar hacia quien sabe donde...

Cuando Keita le llamó princesa Kobato se sonrojó mucho, sin saber que decir.
-¿Que? ¿Porque? -Dijo tristementa a tiempo que alargó la mano y le agarró por el brazo reteninedolo a su lado.- Tu me has ayudado antes, no puedo permitir que te quedes solo y perdido en medio de la calle y de noche...
Dijo, tristemente. Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos mientras lo aferraba fuerte del brazo con ambas manos para que no se marchase.
-Keita ahora es mi turno de ayudarte.. no te vayas.. porfavor....

Las palabras de la jovensita me dejaron helado. Realmente queria ayudarme.... no era solo por un capricho o por querer seguir a mi lado, si no porque me queria ayudar... -ahm yo...- no sabia que decir... Me quede viendola por unos cuantos minutos en silencio, en la misma posicion en la que estaba antes, y con sus manos aferradas a mi brazo. Estaba muy sorprendido - No hace falta que me ayudes Kobato, yo me las arreglare para salir de aqui- le sonrei para intentar calmarla, pero cuando vi que sus ojos se llenaban de lagrimas decidi quedarme a su lado.
Me agache para quedar un poco mas bajo que ella, y con una de mis manos acaricie su mejilla derecha -Tranquila, no me ire- le sonrei tranquilamente para que se calmara y no llorara...

Los ojos de obato se iluminaron alegremente y rodeó su braz entre los suyos, acercandole a ella, que tenía una enorme sonrisa en los labios y las mejillas teñidas de rojo por la dulce caricia del muchacho.
-Gracias Keita n///n-Respondió y le besó la mejilla tiernamente. El pitido de un coche distrajo su atención. Un coche rojo de 5 plazas aparcó en una carretera cercana a ellos.
-¡Kobato!-Exclamó una voz conocida y por la ventanilla del coopiloto asomo la cabeza un hombre de 26 años, con los ojos verdes, con gafas, y el pelo del mismo color que cobato, y también lo llevaba largo.
-¡¡Hola Rory!!-Saludó animadamente a su hermano y caminó hacía el coche arratsrando a Keita tras de si. Miró a Keita. - ¿Donde quieres que te dejemos?