Recordando

Me tocaba un turno duro, el de la noche, pero era el que más me gustaba.
Con las manos detrás de la espalda y vestido con el uniforme oficial me dispuse a controlar a la poca gente que veía caminar, esa noche parecía estar todo demasiado tranquilo. Me crucé con una chica que parecía estar perdida y según el protocolo debía ayudarle. –Buenas noches señorita, ¿se a perdido?, si quiere puedo indicarle a donde quiere ir-

El hombre que me habia hablado tenia un uniforme oficial, deberia ser un militar como yo. .-Buenas noches, muchas gracias por su atencion pero no estoy perdida solo estoy dando un paseo A estas horas es normal que uno se pierda y gracias que hay gente para ayudar.

La chica me dijo que estaba dando un paseo, pero no me sonaba de haberla visto mucho por aquí así que le dije:-¿De dónde es usted?, suelo venir mucho por aquí de guardia y no la he visto nunca-
Mirando a la chica de arriba a bajo me di cuenta de que tenía buena condición física, debía de ser deportista, militar, o algo por el estilo, pero de todas formas era bastante guapa.
Después e la “observación” me decidí a presentarme: -Cómo son mis modales, déjeme que me presente, soy el teniente Dyke, ¿como se llama usted?-

Me senti extrañada de que me mirara tanto, pero es normal que un militar me fije en una persona para saber si era amigo o enemigo. Nunca le habia visto por aqui sera que lo destinaron. Cuando se presento me dijo que era teniente y la verdad es que tiene pinta de serlo.
-Encantada teniente, me llamo Hikari, hace poco que me aliste como militar y estoy aqui de visita por mi cuidad natal que no vengo desde hace mucho tiempo

Vaya tenemos una soldado, me dije, la verdad es que por su estatura y su complexión lo parecía, esbelta, fuerte…
-Mucho gusto en conocerla, espero que se encuentre cómoda en este destino, yo seré su teniente, así que si necesita algo puede pedírmelo-
Me parecía una muchacha encantadora, me sentía cómodo hablando con ella.
-¿Entonces supongo que nos veremos más veces no?-

Para ser teniente es un buen tipo aunque su aspecto de militar impone, incluso a mi y eso que igual que yo pero no puede ser mi teniente porque no estaba destinada aqui... mas quisiera yo estarlo.
-Muchas gracias teniente pero yo no estoy destinada aqui. Mas bien porque aun no tengo destino asignado, pero se que podre contar con su ayuda si me destinan en mi cuidad y nos veremos mas veces o eso creo.
Dije mientras reia, ya que a un militar no se le prohibe reirse

-Perdone, no me he expresado con caridad, estoy destinado aquí por una simple misión no por que sea este mi destino, mi destino es Dixor, ¿cuál es el suyo?-
La chica cada vez me parecí más simpática y agradable, al reírse esbozó una sonrisa estupenda. –Aunque sea una soldado y debamos estar serios y todo eso, tiene una sonrisa estupenda- no me atreví a tratarla de tú, ya que me parecía un descortesía, no me apetecía incomodar a aquella señorita. Me sentía muy relajado hablando con ella y no quería que se acabara nunca esa conversación.

-¿Una sonrisa estupenda?Pues... muchas gracias.
Dije mientras sonreia y me sonrojaba un poco por lo que acababa de oir. A medida que la conversacion seguia, el teniente me parecia cada vez mas simpatico para ser uno de rango superior.
-Y mi destino... creo que...no me acuerdo..Estaba tan emocionada cuando me aliste que no recuerdo donde me asignaron
Baje la cabeza decepcionada ante lo tonta que habia quedado ante un teniente, espero que no se lleve una mala impresion despues de la respuesta.

Vaya, no sabía su destino, bueno no había ningún problema, yo lo podía mirar en los archivos de los Agentes de la Paz. La chica bajó la cabeza, precia decepcionada consigo misma, yo para animarle le dije: -Un soldado nunca se debe rendir nunca y menos estar decepcionado consigo mismo, así que anímate- con esto esperé a que la chica levantara la cabeza y que mirara con esos ojos de color malva preciosos.
-Me gustaría estar hablando todo el tiempo contigo y conocerte, así que te propongo una cosa, mi guardia va a terminar ya, así que podemos ir a mi casa y… no sé seguir hablando tranquilamente y… de paso te invito a tomar algo- No sabía si la chica iba a aceptar mi invitación, pero tenía que intentarlo y para matizar la petición, en broma le dije:- A un superior no se le debe desobedecer ¡ja ja!-

El teniente tenia razon. Un soldado nunca debe rendirse y eso es una cosa de las que yo no hago menos cuando no se lo que hacer. Levante la cabeza cuando me estaba proponiendo ir a su casa despues de su guardia. La verdad esque tengo un poco de hambre porque en mi casa no hay apenas nada, creo que aceptare y si pasa algo mas que una simple conversacion puedo salir corriendo ke tengo un sitio a donde ir.
-Acepto la invitacion teniente. No tengo nada que hacer y en mi casa no hay nadie asi que puedo ir sin problemas. ¡Ire encantada señor!.- Dije imitando un saludo militar y riendome a la vez.

Perece ser que había animado a la joven, mi objetivo, también me acepto la propuesta aunque la noté algo extrañada, caminamos hacia mi moto, mientras apreté el botón situado en uno de los broches de mi hombro y se me tornó la ropa de calle –Hikari ya no estoy de servicio, así que me puedes llamar van a secas. Mi casa esta en Dixor, ¿no te importará no?- la verdad es que no habría ningún problema ya que yo la podría llevar de nuevo a su casa o que se quedase a dormir esa noche.

Mientras ivamos a donde estaba su moto con solo apretar un boton su ropa cambio rapidamente, yo quiero uno de esos pero para tenerlo hay que ser superior. Su casa estaba en Dixor, nunca he ido alli y era una buena oportunidad de conocer la ciudad y de tener la experiencia de ir en moto.
-No me importa, nunca he estado en Dixor asi tendria oportunidad de visitarlo. Y como nadie me espera aqui en Rumbelt, puedo estar el tiempo que quiera.-

Parece que no había estado nunca en Dixor, podía quedarse en mi casa durante un tiempo y luego si quiere podría marcharse. La chica me caía cada vez mejor, cuando ella sonreía, yo lo hacía, me alegraba ver una persona que rebosa de energía, antes de llegar al sitio donde estaba mi moto, -Hikari, ya que no tienes nada que hacer aquí, puedes quedarte todo el tiempo que quieras en mi casa, habrá espacio para los dos, tranquila- si se quedaba más tiempo podía enseñarle la ciudad, hasta ser compañeros de piso, a mí no me importaba nada.
Yo no estaba seguro de que la chica aceptaría, en estas cosas no me gusta hacerme ilusiones, pero como ella estaba sola, y yo en estos momentos también, igual podría surgir algo, pero esta idea me desapareció rápidamente de mi mente, odiaba hacerme más ilusiones.

-¿Puedo? Muchas gracias Van. La verdad esque desde que murieron mis padres no tengo ningun sitio donde ir. Y como ambos somos militares pues coincidiremos en alguna mision.- Dije alegremente mientras caminabamos. Su proposicion me sorprendio, pero me venia genial, ya que asi tendria alguien con quien hablar y una casa en condiciones, aunque nunca he compartido piso. Y menos con un hombre y encima mucho mayor que yo.