Conociendo el nuevo equipo militar.

Tras haberse quitado el traje completo, eché un vistazo a los papeles que me mostró el científico y preguntó por un bolígrafo. Pocos segundos después el server le ofreció uno, con el que rellenó cuidadosamente todos los huecos necesarios, para más tarde llevarlo a los más altos cargos, pero eso ya era otra historia.
Le dejé el bolígrafo al server de nuevo y observé de nuevo los informes en busca de un posible error o dos. Una vez satisfecho, lo guardé y me despedí de Shotai.
-No, ninguna sugerencia, muchas gracias. Desde luego los avances tecnológicos en munición, armas y dispositivos de defensa así como visores han sido espectaculares; su equipo y usted son un gran apoyo para los A.P.- arreglé el nudo de mi corbata y dí media vuelta alzando el brazo con la palma abierta saludando, una manera menos profesional, pero que denotaba cierta confianza hacia el otro sujeto. Tras haberme puesto de espaldas al científico empecé a alejarme lentamente. Los avances son muy buenos, pero espero que los rebeldes no consigan esta información, porque si no, estamos jodidos...-me di la vuelta rápidamente-Si, hay una objeción: Haga que los archivos sean completamente confidenciales, que nadie tenga acceso a estos, y estén tras sus mejores defensas. No quiero problemas.

No subestime mi sistema de seguridad privado agente. Hasta que el Emperador quiera.

Saludé a su vez también con la mano y me giré entrando del todo en mi cañonera. [i]Un buen agente, sin duda, pero demasiado patriota. Se nota que no informan a los novatos...[/b] Y dejando mis cabilaciones en los tubos de resonancia de la propia cañonera encendí la música para amortiguar el ruido de los motores y le pasé los papeles a mi servidor. Pocos segundos después levantaba el vuelo hacia su nuevo destino, la cúpula de Dixor.


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